Veníamos de pasar un día con su noche soltando adrenalina en el Oasis de Huacachina así que, con las pilas cargadas y ese nivel de actividad en el cuerpo, nos animamos a recorrer la Reserva Nacional de Paracas en bicicleta.

Ubicada en la provincia de Pisco (departamento de Ica) entre el desierto y la costa pacífica peruana, este área protegida tiene una de las vistas más increíbles que disfrutamos en nuestro viaje por Perú.

Si buscas conexión con la naturaleza, rutas entre paisajes de otro planeta y ambiente de playa, Paracas es tu sitio.

Paracas - Perú

QUIZÁ QUIERAS SABER

  • Paracas puede traducirse como lluvia de arena, algo que tiene mucho sentido teniendo en cuenta los fuertes vientos que azotan la zona.
  • En 1975 fue declarada como Reserva Nacional con el objetivo de preservar la flora y la fauna que allí habitan.
  • Sus humedales sirven de refugio para animales (algunos en peligro de extinción), así como zona de descanso para aves migratorias. En ellos también crece la totora, el junco acuático del que te hablamos en la entrada del Lago Titicaca.

BAHÍA DE PARACAS: LA PUERTA DE ENTRADA A LA RESERVA NACIONAL Y A LAS ISLAS BALLESTAS

Su localización a poco más de 3 horas de Lima, el clima, las playas, el acceso a la reserva y a las Islas Ballestas, convierten a la Bahía de Paracas en uno de los lugares que más turismo interno y externo recibe a lo largo del año.

Son muchas las actividades que puedes plantearte para esta zona, así que empezamos recomendándote que pases, por lo menos, una noche y dos días completos allí.

También te aconsejamos que, si vas a salir hacia otro destino en autobús, dejes reservados los billetes cuanto antes. Te lo decimos porque no pudimos visitar las Ballestas por este motivo. Nuestra idea para el último día era hacer el tour a las islas por la mañana y salir en bus hacia Lima por la tarde. Esperamos al último momento para reservar los billetes y, cuando quisimos hacernos con ellos, solo quedaban para primera hora de la mañana. Afortunadamente, apenas 3 meses antes habíamos estado en las Islas Galápagos, así que no hubo mucho drama.

Playa El Chaco

La localidad principal de esta ensenada es El Chaco, a quien todo el mundo se refiere (parece que erróneamente) como Paracas. De aire pesquero y enfocada a turismo, no tiene mayor atractivo más allá del muelle que invita a pasear y las aves que lo frecuentan.

A lo largo del malecón se encuentran la mayoría de restaurantes, las operadoras de turismo y los puestos de artesanía.

Desde este muelle salen las embarcaciones con destino a las Islas Ballestas.

Como llegamos a media tarde, únicamente nos dio tiempo a dar un vuelta por el pueblo, tomar un trago y pedir la cena en el Misk’i (más abajo te dejamos la ubicación de este restaurante que tanto nos gustó).

Paracas - El Chaco

Terminamos el día reservando en nuestro alojamiento las bicicletas para la mañana siguiente.

Además de en bici, la Reserva Nacional de Paracas puede hacerse en un tour de 4 horas que sale a las 11:00. El precio ronda los S/20 y no incluye la entrada a la reserva ni el almuerzo en Lagunillas.

También se han popularizado las rutas en buggy y, al igual que hicimos en el Oasis de Huacachina, se puede hacer sandboard por las dunas. En El Chaco hay agencias donde puedes consultar servicios y tarifas.

Otra opción que requiere de mayor esfuerzo y que intuimos puede ser agotadora, es el trekking. Hay rutas perfectamente señalizadas, aunque puede llevarte mucho tiempo recorrer esas distancias. Si te apetece visitar la reserva caminando, asegúrate de llevar un buen equipo y abastecimiento suficiente para toda la jornada.

Paracas - El Chaco - ave

RUTA POR LA RESERVA NACIONAL DE PARACAS EN BICICLETA

Arrancamos la ruta en bicicleta desde el muelle de El Chaco, donde empezamos el día con un buen desayuno. Pedaleando 4 kilómetros por la carretera Pisco – San Martín se llega al puesto de control que da acceso a la reserva.

Aprovecha aquí para ir al baño si lo necesitas, una vez dentro lo vas a tener más complicado.

Centro de Interpretación

Una vez con las entradas en la mano y pasado el puesto de control, continuamos recto e hicimos la primera parada en el Centro de Interpretación. El orden de la ruta es completamente opcional, puedes desviarte a la izquierda tras pasar el puesto e ir dirección a Yumaque, La Catedral, Laguna Grande, etc.

En este lugar se encuentra también el Museo Julio C. Tello donde se expone la cultura Paracas a través de piezas conseguidas por excavaciones en cementerios cercanos. En el Museo Santuarios Andinos de Arequipa nos hablaron sobre la trepanación y cómo fue practicada durante el incanato. Resulta que esta precisa cirugía craneal venía de antes, siendo precursores los Paracas siglos atrás. Puedes visitar el museo de martes a domingo de 9:00 a 17:00. La entrada general cuesta S/7,5.

En frente del pequeño edificio se inicia el Sendero al Mirador. Este camino que desemboca casi a pie de playa no te llevará más de 5 minutos. Desde aquí se pueden observar aves como el flamenco chileno, el alcatraz o pelícanos entre otras.

Algo que nos llamó la atención fue que el sendero estaba cubierto de lo que parecían plásticos semienterrados en la arena. Parece que la sorpresa con este tema es algo habitual ya que hay un cartel informando de que se trata de la Lechuga de Mar, un tipo de alga marina.

Paracas - Sendero al Mirador
Reserva Nacional de Paracas - alga Lechuga de Mar

Playa Roja

Tras la primera parada tomamos la Ruta a Lagunillas, la vía que da acceso a la propia Lagunillas y a Playa Roja.

Te recomendamos tomarte tu tiempo para disfrutar del paisaje a lo largo de toda la jornada, es realmente increíble. A veces vale más saborear lo que el camino te va mostrando que correr para tratar de visitar hasta el último rincón.

A partir de este momento comenzamos a sentir los fuertes vientos por los que es conocida la zona. Si vas a hacer Paracas en bici, simplemente ármate de paciencia: el viento puede llegar a desesperar.

Reserva Nacional de Paracas
Reserva Nacional de Paracas - camino a Playa Roja

Apenas 5 kilómetros después, llegamos a la siguiente parada: Playa Roja.

Playa Roja es uno de esos lugares que se te graban en la retina, un verdadero espectáculo de colores y formas difícil de describir. El Pacífico de un verde intenso, la arena roja por la actividad volcánica que tuvo lugar en la zona y el desierto naranja que hacia el interior se degrada a un blanco pálido de sal, componen una postal digna de ser vista.

Como imaginarás, el baño aquí no está permitido. No solo por cuestiones de conservación, sino porque la mar está especialmente brava. No te preocupes, en la Playa de Lagunillas puedes darte un chapuzón con algo más de calma.

Playa Roja - Paracas
Paracas - Playa Roja - Perú

Lagunillas

Desde Playa Roja se puede ver la ensenada de Lagunillas. Para llegar en bicicleta no es necesario que sigas el trazado que te propone la carretera. Las bicis pueden acceder por un improvisado sendero que transcurre por la costa y lleva sin rodeos a la bahía más visitada de la Reserva.

Aquí el ambiente pasa de ser el de una zona de especial protección (que lo sigue siendo, ojo), a algo más desenfadado y playero.

Varios restaurantes ofrecen menús a precios algo elevados con el pescado como protagonista y la pequeña playa sofoca a quienes se atreven a entrar en las frías aguas de esta costa. Si vas a bañarte te recomendamos prestar especial atención a los erizos de mar y llevar escarpines para evitar dramas.

Hay un mirador desde el que observar la bahía, merece la pena acercarse.

Lagunillas - Paracas

Playa Yumaque

Ya enfilando el camino de vuelta pasamos por Yumaque. Te recomendamos que te acerques al mirador Istmo, donde podrás ver el inmenso mar de dunas,  antes de bajar a la playa.

La Playa de Yumaque, menos visitada que sus vecinas de enfrente La Mina y El Raspón, permite la acampada libre. Está equipada con servicios básicos y comentan que el único inconveniente es el de los fuertes vientos que la azotan habitualmente.

Otra playa en la que se puede acampar es La Mina. Consulta y ajústate a las normas que establece la RNP para estos casos.

Playa Yumaque - Paracas

Los grupos de los buggies aprovechaban la inminente puesta de sol para hacer sandboard y cada vez se veía menos movimiento por la zona.

Es uno de esos momentos en los que te gustaría estirar el chicle y quedarte apurando hasta el ultimísimo momento, pero desandar todo lo andado necesita su tiempo y no te queda otra más que marchar.

Dunas - Reserva Nacional de Paracas

Fue en los últimos kilómetros de vuelta a El Chaco donde el significado de Paracas quedó meridianamente claro. Una lluvia de arena provocada por un viento que no era ni de este planeta nos obligó a bajar de las bicis en más de una ocasión.

No hay mal que por bien no venga: aquello nos dejó disfrutar un ratito más de la puesta de sol en uno de los rincones más increíbles de Perú.

Reserva Nacional de Paracas - Perú

MAPA RESERVA NACIONAL DE PARACAS

Te dejamos el mapa que usamos para nuestra ruta en bicicleta por Paracas por si puede servirte de ayuda.

Peru - Paracas - Mapa Reserva Ruta en Bicicleta

DATOS PRÁCTICOS Y CONSEJOS

  • Lleva abundante agua y algo para picar (unos frutos secos son perfectos).
  • Ni se te ocurra olvidarte la protección solar. Recuerda que estás en lugar propicio para el achicharramiento, ¡que es un desierto pegado a la costa!
  • Acuérdate de las gafas de sol.
  • Un cortaviento te puede venir genial. La temperatura es muy agradable, pero las fuertes rachas hacen caer la sensación térmica.

Puedes echarle un vistazo a la ruta que hicimos por Perú y Bolivia durante 4 semanas para tomar ideas si estás preparando tu itinerario.

Recuerda que puedes dejarnos cualquier duda en los comentarios, ¡la responderemos con mucho gusto!