No podíamos dejar de escribir esta entrada tan relacionada con el último viaje que hemos publicado. Y es que el mal de altura en Perú es uno de los temas que más preocupa a la hora de planificar la visita.

Si bien es cierto la idea más extendida es que el mal de altura es casi exclusivo de Perú, también podemos padecerlo en países vecinos como Chile o Bolivia.

Empezaremos diciendo que no hay nada definitivo sobre el mal de altura o soroche: puede no afectarte nunca, puede que te haya afectado una vez y no lo haga más, puede que no lo hayas sufrido en tu primera vez en altitud, pero lo sufras en otra ocasión…

Es importante matizar que esta entrada se dirige específicamente a personas que van a viajar a lugares con altitudes entre los 2.400 y los 5.000 metros. Para la práctica de alta montaña y otras actividades a mayor altitud, es necesario buscar otras referencias.

Dicho todo esto, vamos a entrar en materia para entender mejor este trastorno.

Mirador de los Andes Colca

¿QUÉ ES EL MAL DE ALTURA?

En pocas palabras: es la inadaptación del organismo a la escasez de oxigeno. Este trastorno se presenta en altitudes superiores a los 2.400 metros sobre el nivel del mar debido a la disminución de la presión atmosférica.

Aunque todavía existen algunos interrogantes sobre esta afección, se sabe que puede afectar a cualquier persona en cualquier momento durante la exposición.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL MAL DE ALTURA?

Este trastorno puede manifestarse con los siguientes síntomas:

  • Fatiga
  • Dolor de cabeza
  • Dificultad respiratoria
  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Pérdida de apetito
  • Problemas gastrointestinales
  • Taquicardias
  • Debilidad
  • Náusea y/o vómito
  • Mareo
  • Vértigos
  • Confusión
  • Pérdida de consciencia

Es importante saber que, aunque nos afecten de manera más o menos severa, todos ellos son indicadores de que hay que poner medidas.

No hay que llevarse las manos a la cabeza: si tomas las precauciones necesarias, es poco probable que sufras los síntomas más agudos (de los leves no te aseguramos nada, son los más habituales).

Te diremos que en las ocasiones que hemos estado en altitud, incluso habiendo actuado irresponsablemente sin haber seguido las recomendaciones, no hemos padecido nada más allá de fatiga y dificultad para dormir. Pero lo dicho, esto es una cuestión de cada persona e, incluso, de cada momento. Como suele decirse, mejor prevenir que curar.

La mala noticia es que, si no haces caso a estos síntomas, puedes terminar camino de un hospital con un edema pulmonar o cerebral.

La buena noticia es que todos estos malestares tienen fácil remedio: descender y descansar. La recuperación es automática.

¿EXISTEN FACTORES DE RIESGO PARA PADECER MAL DE ALTURA?

No nos cansamos de repetirlo: el mal de altura o soroche puede afectar a todas las personas, sin excepción. Incluso si tienes una forma física envidiable.

Aun así, hay algunos factores de riesgo que pueden desencadenar los síntomas (o no):

  • Vivir a nivel de mar (nuestro caso y, ya ves, nada de nada)
  • Ser menor de 50 años (más de lo mismo)
  • Ascender demasiado rápido, sin tiempo para la aclimatación (ídem)
  • Haber sufrido mal de altura anteriormente
  • Realizar esfuerzo físico en altitud
  • El tiempo de exposición
  • El embarazo (por encima de los 3.000 metros)
  • La hipertensión arterial

Personas afectadas por diabetes, EPOC y enfermedades coronarias pueden manifestar complicaciones derivadas de estos problemas en altitud, sin ser grupos de riesgo per se.

¿CÓMO PREVENIR EL MAL DEL ALTURA?

Como en todo, la prevención es lo más importante. Y te lo decimos sabiendo que, por irresponsabilidad, podríamos haber echado a perder parte de nuestros viajes por estas zonas.

Recordamos que estas  recomendaciones son para estancias en alturas inferiores a los 5.000 metros.

Como has visto, el mal de altura puede prevenirse y tiene fácil solución si pones remedio desde la aparición de los primeros síntomas. Si crees que necesitas de una valoración médica previa a tu viaje, solicítala; minimiza los riesgos.

Esperamos que esta entrada te haya servido de ayuda y, sobre todo, que no dejes de visitar estas zonas por miedo al mal de altura.