Para que un viaje a Perú sea completo, no puede faltar la selva amazónica. Adentrarse en el pulmón del mundo y ver la vida desbordar es una experiencia de esas que hay que vivir al menos una vez en la vida.

En esta entrada te contamos todo lo que necesitas saber para viajar al Amazonas desde Iquitos. Cómo funcionan los tours por la selva, cuántos días se necesitan, qué vacunas deberías ponerte y un largo etcétera de datos que te harán falta para embarcarte en esta aventura.

¡Vamos con ello!

Amazonas Perú

QUIZÁ QUIERAS SABER

  • Por detrás de Brasil, Perú es el segundo país que más extensión de selva amazónica posee.
  • Ocupa la mayor parte del país a pesar de tener la menor densidad de población, aunque la más diversa antropológicamente hablando: cerca de 60 tribus habitan en la amazonia peruana y se hablan la mayoría de las lenguas nativas del país.
  • En la selva conviven más de 14.700 especies, 8.000 de ellas consideradas como únicas.

EL AMAZONAS PERUANO DESDE LA REMOTA IQUITOS

No sé la cantidad de dudas que nos surgieron cuando planificábamos esta escapada dentro del itinerario de nuestro viaje por Perú y Bolivia.

¿Iquitos o Puerto Maldonado? ¿Podríamos reservar el tour una vez allí a precios más competitivos sin arriesgarnos a quedarnos fuera? Es más, ¿sería posible hacerlo por nuestra cuenta en pequeñas escapadas de día sin tener que contratar un tour a los precios que estábamos viendo? ¿Cuántos días íbamos a necesitar? ¿A Iquitos en barco o en avión?

Vamos a tratar de despejar todas las cuestiones que plantea un viaje a la amazonia peruana, esperamos no dejarnos nada.

¿Es necesario reservar el tour por el Amazonas con antelación?

No te daremos una respuesta de monosílabo afirmativo o negativo porque no nos arriesgamos a ser responsables de un posible drama. Te daremos los datos que vienen de nuestra experiencia: reservar en Iquitos.

  • Fuimos a principios de agosto, temporada alta por la época seca
  • No se veía mucho turismo por Iquitos, lo que nos hizo pensar que: A) todo el mundo está en plan jungle party, B) es cierto que recibe menos gente que Puerto Maldonado y no va a haber problema
  • Como te contamos más abajo, fuimos las únicas almas en el lodge: nadie más en los 3 días
  • Pudimos llegar a cruzarnos con un máximo de 15 turistas por el río en los 3 días
  • En el pueblo de San Rafael, Aritz y yo las únicas personas extranjeras

Qué ver en Iquitos

Llegar a Iquitos fue casi como cambiar de país. En realidad, moverte por distintas regiones de Perú es casi como cambiar de país. Pasamos del ambiente andino de Cusco, el Valle Sagrado y Machu Picchu, al folclore a orillas del lago navegable más alto del mundo, de ahí a la costa pacífica y la Reserva Nacional de Paracas no sin antes parar en el desierto de Ica y el oasis de Huacachina y, cómo no, en Arequipa.

Habíamos pasado frío, calor, nos habíamos movido entre nieve y arena, pasamos de una altitud cercana a los 5.000 ms.n.m a mojar los pies en las aguas del océano y, de repente, la selva. La húmeda y densa selva.

Y es que, a pesar de Iquitos sea una ciudad, el ambiente amazónico está presente.

Aeropuerto Iquitos - Amazonas - Perú

Con cerca de 480.000 habitantes, Iquitos es la ciudad más poblada de la amazonia peruana. Es la mayor ciudad continental del mundo sin acceso por carretera, hecho que le ha valido para aparecer en la lista de The Guardian como una de las Ciudades más remotas del mundo.

El centro de Iquitos no ofrece mucho que ver más allá de la Plaza de Armas, la emblemática Casa de Fierro de Gustave Eiffel o la Iglesia Matriz, una catedral neogótica

Iquitos Perú
Iquitos Amazonas

Lo verdaderamente atractivo está a orillas del río Itaya, el Nanay y el Amazonas. Puedes ver la confluencia desde el muelle, donde está el embarcadero turístico desde el que salen las pequeñas excursiones. Ahí empiezas a intuir lo que puede haber más allá. La vista es realmente bonita.

En el paseo hay cantidad de restaurantes y locales donde comer o tomar algo, además de puestos de venta ambulante de artesanías.

Un recorrido que merece la pena: enfilar desde aquí hasta el barrio de Belén.

Río Amazonas Perú Iquitos
Perú Amazonas

Barrio Belén, Iquitos

En poco más de media hora caminando llegamos al barrio de Belén. Este lugar es particularmente conocido por su mercado en el que, además de frutas como el camu-camu, podrás encontrar la larva de surí, un plato muy popular en la zona.

Las calles por las que discurre el mercado son insalubres: una capa de fango con restos de frutas y verduras en descomposición cubren los suelos provocando una sensación de asco y pena a partes iguales.

Además de por estas cosas, el barrio de Belén también es conocido por la inseguridad (nada especialmente grave, no alarmarse). Vigila tus pertenencias y mantén las precauciones que sean necesarias. 

Perú Iquitos

En un intento por ganar terreno al Amazonas, se levantan los típicos palafitos de Belén.

En época vaciante (cuando el río pierde caudal por la bajada de las lluvias), tan solo pueden apreciarse pequeños canales bajo la pasarela de madera que hace las veces de calle. Cuando el río crece, se convierte en una ciudad flotante; la conocen como la Venecia Amazónica.

La acumulación de basura en este lugar llama la atención, además de las condiciones de habitabilidad de las viviendas. La falta de recursos se hace especialmente evidente.

Recorrimos la pasarela con intención de bajar a la explanada central. Un grupo de unas veinte mujeres que andaban haciendo algún tipo de manualidad, nos paró a la voz de “¡a dónde vais!, ¡que os van a quitar la mochila si bajáis!”. Les agradecimos la advertencia y retomamos camino al centro de Iquitos: nuestra aventura por la selva comenzaba en unas horas y había que descansar.

Iquitos Belén

Nauta

Para llegar al Amazonas desde Iquitos hay que pasar necesariamente por Nauta (o Ciudad Antigua de Nauta). Esta localidad portuaria, perteneciente a la provincia de Loreto y ubicada a orillas de los ríos Marañón y Ucayali, es el paso definitivo para adentrarse en la selva.

Nauta se encuentra unos 100 km de la ciudad de Iquitos y se tarda en llegar aproximadamente 2 horas. Del traslado hacia allí se encarga el lodge, en nuestro caso Jungle Wolf.

Nauta Iquitos
Iquitos Nauta Selva

Nos acompañó durante todo el recorrido hasta llegar al mismísimo lodge, algo más de 4 y media horas en total, Rosa, la dueña de la empresa. Rosa es una de esas mujeres fuertes, poderosas, respetada por todas las personas implicadas en la cadena que hace posible la idílica estancia en la selva. Y es que no imaginas el trabajo que hay detrás de un tour de 3 días y 2 noches.

Como no estaba prevista nuestra llegada al lodge (reservamos el día antes), había que aprovisionarlo. En el coche llevamos garrafas de agua, frutas, conservas y lácteos.

Al llegar a Nauta y con un manejo propio de quien ha gestionado un negocio toda su vida, Rosa encargaba, ordenaba y gestionaba la operación llegar al paraíso.

Pensamos que se daría la vuelta para Iquitos, pero no; se subió al peque peque y nos acompañó durante las casi 3 horas que dura la travesía.

Ya en el lodge intercambió bromas con quienes serían nuestros guías y se marchó de vuelta a Iquitos (es decir, se metió entre pecho y espalda 8 horas de traslados).

Amazonas peruano

El Amazonas peruano

Las cosas no hubieran salido así ni intentándolo.

Llegamos al lodge a primera hora de la tarde, justo para comer. Conocimos a Jerson y a Billy, los dos chicos que nos guiarían durante 3 días por la que consideran su casa: la selva.

Ambos se han criado en la zona y actualmente viven a caballo entre el lodge, San Rafael, el pueblo de Jerson al que iríamos al día siguiente, e Iquitos, donde vive Billy. Jerson comenta orgulloso que no dejaría su pueblo para ir a la ciudad. A Billy se le ve tranquilo con la idea de pasar temporadas en Iquitos.  Jerson tiene un hijo de apenas 3 años que te hace pasar la vergüenza de tu vida cuando le ves perfectamente adaptado correteando por las pasarelas y saltando a las embarcaciones mientras tú vigilas cada paso y todavía vas y resbalas. También tiene una bebé. Toda la familia pasa esos días en el lodge, trabajando en lo que conocen a la perfección. Billy espera el nacimiento de su primer hijo en Iquitos.

Bueno, pues hechas las presentaciones, Billy nos comenta que el grupito de 3 al que hemos visto por el lodge nada más llegar se marcha ya y que todo el alojamiento queda a nuestra disposición durante los 3 días. Nos dice que, al no haber varios grupos, podemos organizar las actividades que más nos apetezcan y gestionar los tiempos como queramos. Vaya, que tenemos un tour privado por el Amazonas sin comerlo ni beberlo.

Descansamos un rato después de comer y antes de la primera salida. No se nos puede olvidar comentar que la comida de todos los días fue de 10, tanto en calidad, como en variedad como en cantidad. Y damos por hecho que esto será así en la mayoría de los alojamientos.

Para la primera tarde el plan era tomar contacto con la zona. Navegar con la intención de ver la vida en las orillas del río e ir conociendo tantas especies como pudiéramos.

Jungle Wolf Amazonas Perú

Cada lodge tiene su propio embarcadero. Además, como imaginarás, las construcciones son de madera y los alojamientos están a la suficiente distancia los unos de los otros como para tener la sensación de la soledad más absoluta. Un verdadero privilegio.

Comenzamos la primera visita. Jerson al mando de la embarcación y Billy como guía naturalista.

Prepara el cuello: lo interesante está en las copas de los árboles.

Amazonia peruana
Amazonas Selva Perú

Variedad de aves como la mamavieja y el martín pescador, iguanas, monos fraile… el espectáculo estaba servido. Pasamos la tarde parando la embarcación debajo de la copa de los árboles, donde siempre hay algo que ver.

La del Amazonas no era nuestra primera experiencia en selva. Ya habíamos remontado río varios días en Borneo en busca de orangutanes y conocido la jungla malaya también a través de su río. Pero lo del Amazonas era algo diferente: la vida desborda en este lugar.

Amazonas - Perú - ave - Mamavieja
Amazonas - Iquitos - Aves

Antes de continuar, te aconsejamos que no sigas nuestro ejemplo y hagas el favor de llevar unos prismáticos, además de una cámara con un zoom de esos que te permiten ver cómo pestañea el bicho. Afortunadamente Billy nos dejó sus prismáticos, pero las fotos que conseguimos sacar tienen una calidad lamentable.

Amazonas - Perú - Iquitos - mono fraile
Amazonas - Perú - Iquitos - iguana

La ilusión de Aritz era poder ver osos perezosos. Son bastante difíciles de ver y en ocasiones se confunden con termiteros y viceversa. Gracias a la paciencia y a la vista de Billy pudimos localizar a un par de ellos encaramados en diferentes ramas a varios metros sobre el suelo. Parece ser que, con mucha suerte, también se les puede ver cuando bajan a darse un chapuzón.

En la foto tendrás que intuirlo; te prometemos que eso es un oso perezoso.

Sin darnos cuenta se nos hizo de noche. Como no teníamos un horario que obedecer, nos propusieron seguir la travesía e ir en busca de caimanes. Parece ser que, debido a la persecución que sufren, ya no es tan fácil encontrarlos en las playas de los ríos y hay que buscarlos de noche en las quebradas.

Vimos varios pares de ojos rojos observándonos a nuestro paso. Viene bien recordar que aquí curiosidad tiene todo el mundo y que no solo tú te dedicas a mirar animales.

Lo de la adaptación de Jerson y Billy al medio se hizo más que evidente en esta escapada nocturna. Entrábamos con la barca entre vegetación que nos sobrepasaba en altura con todo el sigilo del que éramos capaces. Los ojos rojos cada vez más cerca y Billy cada vez más fuera de la barca.

Esa hora que pasamos en completa oscuridad, con el motor apagado y escuchando los sonidos de la selva fue de las mejores experiencias que tuvimos en aquellos días.

Iquitos - Jungle Wolf Expeditions

Amanecemos en la selva amazónica habiendo descansado como hacía tiempo que no podíamos en el viaje. Suponemos que las dos horas diarias de electricidad y la falta de contacto con el exterior contribuyen a que no te líes más de la cuenta y disfrutes del tiempo que corre despacio.

Desayunamos y comentamos con Billy el plan para la mañana: trekking por la zona.

Con esas caras de felicidad embarcamos sin rumbo fijo. Cada salida en barca es una nueva posibilidad para observar un montón de especies; en serio, ejercita el cuello.

Selva - Amazonas - Perú - Iquitos - Lodge
Selva - Amazonas - Perú

Al estar en época vaciante, el Amazonas conserva su ancho, pero el caudal se ve considerablemente reducido. En las orillas se forman pendientes pronunciadas que dan fe de esta pérdida de agua. Desembarcar y trepar por estas laderas no es tarea fácil (bueno, para nuestros dos chavales no entraña ninguna dificultad).

Es en momentos como estos cuando entiendes la necesidad de esas botas de agua (o katiuskas) que te prestan en el lodge: el suelo es puro fangal y te va tragando en cada pisada. Más adelante te contamos cómo pudimos morir de la manera más lamentable en la selva amazónica por esta cuestión (se lleva las manos a la cara).

Machete en mano, Billy y Jerson iban abriendo camino en lo que parecía una juguetería para ellos. Enseguida nos enseñan algo muy chulo: el lápiz de la selva. Afilan un palito y nos animan a probarlo sobre unos hongos, ¡era como tinta!

Amazonas - Iquitos - Selva - hongo

El ruido que estábamos armando hizo que dos monos nocturnos se asomaran desde lo alto de un árbol a ver qué pasaba. Lo de “a ver” es mucho decir: su visión diurna no es gran cosa. Estuvieron un rato largo asomados en plan quién hay ahí.

También vimos un mono enano alimentándose en un árbol.

Iquitos - Amazonas - Monos nocturnos
Iquitos - Amazonas - tití

En el Amazonas todo es a lo grande, incluso los termiteros en las copas de los árboles. Cuando os decíamos que desde la distancia es difícil distinguir un oso perezoso de un termitero no exagerábamos.

Vimos una familia muy numerosa de monitos que cruzaban de una orilla a otra de un salto. Para algunos era la primera vez que se veían en una de esas, así que gritaban hasta que la madre volvía a por ellos, los cargaba en la espalda y se lanzaba hacia el otro lado. No puedes despegar la mirada de cosas así.

Amazonas - Selva - termitero

Los monos no iban a ser los únicos trepando por allí. Liana que vimos, liana por la que intentó subir Aritz (primer intento sin mucho éxito, segundo algo más elegante).

Algo espectacular es la Victoria Regia. Se encuentra únicamente en el Amazonas y es el nenúfar más grande de mundo. Un bosque flotante de lirios digno de ver.

Amazonas - Iquitos- Victoria Regia - Nenúfar
Iquitos - Perú - Victoria Regia - Nenúfar

Tras cuatro horas de caminata volvimos al lodge. Llegamos de barro hasta las orejas, pero más felices que dos perdices.

Para la tarde nos ofrecieron ir a visitar el pueblo de Jerson: San Rafael.

De camino fuimos parando en lugares clave para tratar ver al esquivo delfín rosado (también conocido como bufeo). Es el delfín de río más grande y solo habita la cuenca del Amazonas.

Más que verlo, pudimos intuirlo. Algunos nos pasaron relativamente cerca, pero sin salir a la superficie y a algún otro pudimos verle saltando a lo lejos, pero nada del otro mundo.

Amazonia Perú
Iquitos - delfín rosado

En aproximadamente una hora de navegación llegamos a la pequeñísima localidad de San Rafael. Esta comunidad, enclavada en la orilla del Amazonas, parece vivir ajena a los tiempos que corren.

Un sendero conduce a la calle principal del pueblo, donde la gente jugaba despreocupada.

Iquitos - Amazonas - San Rafael
Iquitos - Amazonas - San Rafael

A medida que avanzas la calle puedes ver la casa que hace las labores de comisaría de policía, el aula de primaria, la iglesia semidescubierta, un mariposario, un pequeño centro cívico donde nos contaron que imparte clases de francés una voluntaria que va cada año e improvisadas tiendas de alimentación en las casas.

La calle termina en un campo de fútbol que también estaba a pleno rendimiento.

Iquitos Peru - San Rafael
Perú - Iquitos -San Rafael

Jerson nos contaba las restricciones en suministros con las que conviven: electricidad dos veces por semana. Lo que nos parecía impensable, un auténtico mundo e inimaginable, él lo contaba con la naturalidad del que sabe ser feliz. Y no es el típico tópico, es que de verdad lo decía así. Él era el ejemplo de una vida elegida y plenamente vivida.

Aprovechó a visitar a su gente mientras dábamos una vuelta por aquel lugar en el que ya nos hubiese gustado pasar al menos una noche.

Amazonas - Perú - Atardecer

Volvimos al lodge para cenar. Después del largo día el cansancio empezaba a hacer mella, pero bastaron dos palabras de Billy para que nos activáramos cual gremlins: “paseo nocturno“.

Nos propusieron ir caminando por los alrededores del lodge a ver qué veíamos por ahí. En la selva malaya tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia parecida y nos gustó tanto que la propuesta de Billy era irrechazable.

Pronto empezaron a aparecer tarántulas, polillas del tamaño de Arizona, ranas, hongos tan curiosos como el velo de novia e, incluso, una boa constrictora.

Si caminar de día por ese suelo fangoso nos resultaba algo complicado, de noche te puedes imaginar. El suelo nos tragaba por momentos, literalmente.

Iquitos - Amazonas - Boa Constrictora

Sin saber bien cómo empecé a hundirme considerablemente, de eso que piensas voy a necesitar ayuda para salir de aquí. Antes de que pudiese pedirla, Billy comenzó a decir “mirad, una serpiente coral, justo enfrente“. Como ya llevábamos un par de días con él y sabía de su sentido del humor, le dije que fuera a vacilar a otra parte y que me ayudara a salir que el fango me llegaba por las rodillas.  Él seguía: “no hay antídoto para su picadura“, “acércala, Jerson“. Levante la mirada y sí. Ahí estaba, justo enfrente. La serpiente coral. “Sacadme de aquí“. Era tanta la emoción que tenían en ese momento que les vi perfectamente capaces de dejarme con el barro hasta las ingles mientras jugaban con la coral.

Me cogen de los brazos y me levantan entre Aritz y Billy. Damos 4 pasos hacia adelante y Jerson azuza a la serpiente para hacerla mover. Veo que Aritz empieza a hundirse, pero así como muy rápido. Intento sacarle, pero me hundo yo también. Enfrascados en la batalla de sacar las piernas mientras que no perdíamos ojo de la serpiente a la que estos dos estaban alentado a acercarse más. Tanto le tragó el suelo a Aritz que tuvieron que poner un madero para sacarle y, cuando conseguimos descorcharle, se dejó la bota de agua dentro.

Era lamentable ver cómo Aritz y yo vivíamos un verdadero drama con el fango mientras Jerson y Billy pisaban con tanta normalidad que te hacían plantearte tus capacidades (así, en general).

El colmo de la humillación hubiese sido una muerte por picadura de serpiente coral en esas condiciones de vergüenza ajena.

Eso sí, guapísimo el bicho.

Selva - Iquitos - rana

La última mañana nos preguntaron si nos apetecía ir a pescar la comida. Lo cierto es que en un principio no nos hizo mucha gracia, pero en realidad era un absurdo porque Jerson iba a ir igual-igual y, al fin y al cabo, nos lo íbamos a comer.

Se apuntó a la faena el hijo de 3 años de Jerson, quien más tarde se revelaría como un gran pescador para orgullo de su padre.

Embarcamos con unas cañas de bambú y carne como cebo. Objetivo: pescar pirañas.

No te haces una idea de lo que ocurre cuando metes un pedazo de carne en esas aguas.

A otros no hace falta pescarlos: saltan a la barca en plena travesía, como un pez gato que nos dio un pequeño susto.

Disfrutamos aquella comida como pocas, tenemos que decirlo.

Iquitos - Amazonas - pesca pirañas

Después de comer llegó la hora de dejar aquel lugar y poner fin a una experiencia como pocas.

Tuvimos doble suerte: la casualidad de que no hubiera nadie más en el lodge aquellos días y coincidir con Jerson y Billy que, además de estupendos guías, son chavales de los que recuerdas con cariño.

Amazonas - Perú - Jungla

DATOS PRÁCTICOS Y CONSEJOS

  • Las mochilas grandes se quedan en Iquitos, en las oficinas de la empresa con la que contrates. Tenlo en cuenta de cara a poder preparar una mochila pequeña para los días que vayas a estar en la selva.
  • Si no te interesa conocer Iquitos o tienes pocos días y quieres ir al grano, reserva un vuelo a primera hora de la mañana, de tal manera que aterrices en Iquitos sobre las 8:00. Las empresas que organizan los tours tienen servicio de recogida en la terminal. De ahí te llevan primero a la oficina y después al lodge.

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