Visitar el Mar Muerto no es solo flotar en sus aguas ultrasaladas. También es subir hasta la mítica fortaleza de más de dos milenios de antigüedad que domina la meseta del Desierto de Judea o darse un chapuzón en el Oasis de Ein Gedi después de una caminata entre damanes e ibex.
Te contamos lo que vimos e hicimos en poco más de 24 horas en el rincón más profundo del planeta.
QUIZÁ QUIERAS SABER
- A 430 metros por debajo del nivel del mar, es el lugar más profundo de la superficie terrestre.
- Se llama Mar Muerto porque la salinidad del agua es nueve veces superior a la de cualquier otro mar, por lo que no alberga vida marina animal. Aunque muerto, lo que se dice muerto, no está: un mililitro de este agua puede contener 10 millones de microorganismos.
- Se dice que estas aguas tienen numerosas propiedades y que aportan beneficios para la salud.
- Según la Biblia, Sodoma y Gomorra se ubicaban aquí.
- En esta zona se descubrieron 972 pergaminos y papiros de dos milenios de antigüedad (datan de la época del Segundo Templo y los primeros años de la cristiandad). Contienen los fragmentos más antiguos de la Biblia Hebrea y descripciones sobre la vida en la zona. En este enlace puedes consultar algunos de los manuscritos del Mar Muerto.
DE RUTA POR LA CARRETERA AL MAR MUERTO
Estábamos llegando al ecuador de nuestro viaje por Palestina e Israel. La estancia en Jerusalem nos había entusiasmado. Habríamos pasado al menos otros dos días más, pero llegaba el momento de levar el ancla y continuar nuestra ruta.
Habíamos reservado coche de alquiler para un road trip de 4 días por Israel, así que sobre las 11:00 de la mañana nos dirigimos hacia la avenida King David, donde se ubican la mayor parte de las agencias de alquiler. Reservamos con Europcar un coche automático (en Israel no usan de cambio manual) por 170 euros para los 4 días. La entrega la haríamos el último día en el aeropuerto de Tel Aviv.
Era nuestra primera vez con un coche automático y no nos resultó difícil acostumbrarnos, pero algún frenazo en seco y un par de movimientos de palanca sin sentido no te los quita nadie.
Tomamos la carretera número 1 que cruza territorio palestino dirección al río Jordán para luego girar en la 90 hacia el sur.
Los carteles en la carretera te avisan del descenso, bajando desde los 700 ms.n.m de Jerusalén hasta los -430 ms.n.m de la costa del Mar Muerto.
En menos de hora y media ya habíamos dejado atrás Cisjordania y llegado al checkpoint del Mar Muerto. Los paisajes eran espectaculares y el buen tiempo acompañaba, así que nos entretuvimos intentando acceder a alguna playa escondida para darnos nuestro primer chapuzón en el punto más profundo de la tierra. Algo que no sabíamos era que en Israel no se permite el baño en cualquier playa, solamente en las habilitadas (los demás puntos de la costa están vallados). Esa idílica cala solitaria solo existía en nuestra imaginación.
Tras este fail, investigamos dónde bañarse en el Mar Muerto y optamos por acercarnos hasta el “mini Benidorm salado” de Ein Bokek.
EIN BOKEK: LA PLAYA PÚBLICA DONDE BAÑARSE EN EL MAR MUERTO
A pesar de estar rodeado de complejos turísticos, caros hoteles y balnearios, el núcleo de urbano de Ein Bokek es pequeño. Tampoco es que sea el lugar más idílico, pero la playa es gratuita, accesible y está equipada con vestuarios y duchas. Aquí podrás disfrutar del “típico baño flotante de periódico o libro en mano”.
Llegamos y aparcamos a la primera (sigue leyendo el post, que esto lleva truco). Nos pusimos los bañadores y nos dimos el primer baño hipersalado. Es toda una sensación la de flotar en estas aguas; difícil de entender si no lo has probado, difícil de describir si ya lo conoces.
El agua del Mar Muerto contiene sales y minerales que no se encuentran en otro mar del mundo. Dicen que es beneficiosa si padeces problemas de piel o reumáticos.
Personalmente, no sé hasta qué punto puede aliviar o tratar este tipo de afecciones, pero lo cierto es que llevaba dos días con un dolor en el tobillo bastante fastidioso y, después del baño, me dejó de dar la lata durante tres días. ¿Sugestión?
Era hora de tirar millas hacia Arad, donde haríamos noche. Al volver al parking había sorpresa: una multa de aparcamiento. No nos dimos cuenta de que todos los aparcamientos de Ein Bokek son de pago. 100 shekels la broma.
ARAD: LA VÍA ALTERNATIVA PARA LLEGAR A MASADA
Desde Ein Bokek tardamos unos 45 minutos en hasta llegar a Arad. Esta localidad se encuentra en plena meseta, en el límite entre el desierto de Judea y el Néguev, a 545 metros sobre el nivel del mar. La ciudad no tiene nada especial, es fundamentalmente residencial y muy tranquila.
En Arad podrás encontrar alojamientos más baratos que en la costa del Mar Muerto (en Ein Bokek y Ein Gedi no bajan de los 100 euros).
Otra razón de peso para dormir en Arad es que desde aquí puedes acceder a Masada por una vía alternativa y mucho menos masificada: el Sendero de la Rampa (o Roman Ramp).
VISITANDO MASADA DESDE EL SENDERO DE LA RAMPA ROMANA
Nuestra intención era subir a Masada antes del amanecer y ver la salida del sol desde la fortaleza. Habíamos visto fotos preciosas de ese momento y nos hubiera encantando. La cuestión es que era invierno y amanecería sobre las 5:30, así que el frío podía cortar a esas horas. Además, somos más búhos que alondras y nos apetecía mucho disfrutar aquella noche en el apartamento que habíamos reservado. También teníamos una multa pendiente de pago y nos habían dicho que en Arad había oficina para abonarla.
Desde Arad se llega a Masada en menos de media hora. Hay un amplio parking en la explanada, pasando la caseta donde se compran los tickets (te dejamos la localización). El parking abre hora y media antes del amanecer, por si te animas a subir para la salida del sol.
La entrada cuesta 28 shekels por persona.
La subida hasta la fortaleza no te llevará más de 15 minutos. La rampa romana por la que se accede tiene una importancia fundamental para comprender la caída de Masada.
El asedio de Masada
Si bien se han encontrado restos que datan del siglo I a.C, fue el rey Herodes quien creó la fortaleza, diseñó los sistemas de cisternas y construyó lujosos palacios. Después de la muerte de este, el imperio romano se anexionó el lugar.
En el año 66 estalló la primera guerra judeo-romana y los rebeldes judíos tomaron la fortaleza expulsando a los romanos. Durante casi una década Masada fue el refugio rebelde judío por excelencia.
A los romanos, que ya habían salido victoriosos en la guerra, solo les quedaba por conquistar el último bastión. Masada era difícil de tomar, los accesos no eran sencillos. El asedio duró meses, mientras los romanos erigían una rampa de tierra y piedras de 196 metros de base y 100 de altura. Fue la mayor estructura de asedio construida en el época romana. Finalmente, el imperio romano consiguió acceder a Masada, pero cuando llegaron se encontraron con que sus habitantes habían preferido suicidarse a ser capturados.
Las vistas desde la cima Masada y el Palacio Norte
Las vistas desde Masada son realmente espectaculares. Desde cualquiera de sus miradores puedes ver el Mar Muerto, el Desierto de Judea y la frontera con Jordania. A esto añádele la importancia e historia del lugar y la combinación es perfecta.
Te recomendamos que no te pierdas la joya del lugar: El Palacio Norte. Fue mandado construir por Herodes en tres niveles. En su momento debió de ser tan espectacular, que solo le hubiera faltado una piscina infinita de esas de Instagram.
La vía principal: La Rampa de la Serpiente y el Teleférico
Aparte del acceso del que te hemos hablado, hay dos formas (las más utilizadas por la mayoría de visitantes) para subir a Masada desde la parte este. En el lateral que da hacia el Mar Muerto hay un sendero que serpentea alrededor de la meseta. La ruta de subida te llevará cerca de una hora. La otra forma, mucho más cómoda, es usar el teleférico que te dejará en la meseta en tres minutos.
Te dejamos un pdf con el mapa que te proporcionan a la entrada de Masada (Fuente: Israel Nature & Parks Authority).
LA CASCADA DE DAVID, RESERVA NATURAL DE EIN GEDI
Salimos del parking y desandamos la ruta del día anterior pasando de nuevo por Arad y Ein Bokek hasta llegar a la Reserva Natural de Ein Gedi. La entrada cuesta 28 shekels y la taquilla cierra una hora antes. Abierto de 8:00 a 17:00 (hasta las 16:00 en invierno).
Los arroyos, cascadas, vegetación y la variedad de animales que habitan en la zona hacen que el nombre de Oasis de Ein Gedi cobre verdadero sentido. Hay media docena de rutas a lo largo y ancho del parque: las más cortas puedes hacerlas en una o dos horas, mientras que para las más largas necesitarás medio día. También puedes combinar varias y así pasar un día entero en el oasis. Te dejamos el link del clarificador mapa en pdf de Ein Gedi para que puedas consultar los trails.
En nuestro caso, como la visita de Masada nos había llevado más tiempo del que pensábamos y eran las 14:30, optamos por hacer la ruta más corta y accesible: Wadi David trail. El camino sube por la orilla de un bonito arroyo que va formando pozas de agua fresca donde te puedes bañar.
Esta mini ruta termina en la idílica Cascada de David. Durante el recorrido podrás ir viendo como los ibex (cabras salvajes) y damanes de roca (una especie de roedor) van saliendo a tu paso.
DEL MAR MUERTO A NAZARET POR LA CARRETERA 90
Salimos de la reserva a las 16:00 y emprendimos el camino a Nazaret por la 90. Esta carretera cruza Israel y Cisjordania de norte a sur. Pasamos dos checkpoint sin problemas, nada más allá de la típica pregunta de “¿a dónde se dirige?”. En el tramo que discurre por tierra palestina se pasa por Jericó y el lugar del bautismo de Jesús en el río Jordan. Así que, si tienes tiempo suficiente, puedes parar a ver estos históricos lugares.
Llegamos a Nazaret después de dos horas de tranquilo trayecto. Aparcamos el coche en un parking privado, dejamos las mochilas en el hostal que habíamos reservamos en el casco antiguo y salimos a cenar. Al día siguiente nos esperaba una visita por Nazaret, el mar de Galilea y Safed.
DATOS PRÁCTICOS Y CONSEJOS
- Si vas a Masada (especialmente en verano) evita las horas centrales del día, lleva abundante agua y protección solar.
- Antes de meter un pie en el Mar Muerto, recuerda las indicaciones que te hemos dado más arriba (¡o lo pagarás!).
- Aunque parezcan gratuitos, los aparcamientos que están alrededor de la playa de Ein Bokek son de pago. Tenlo en cuenta: que no te casquen una multa.
- Para hacer senderismo por Ein Gedi, lee atentamente las reglas y restricciones de la Reserva Natural.
- Lleva el pasaporte a mano en todo momento ya que es probable que te lo pidan en los checkpoint de carretera (sobre todo en la 90)
Recuerda que si quieres estar al tanto de las novedades del blog puedes seguirnos por Feedly o suscribirte a nuestro boletín semanal.
Hola, llevo todo el día enganchada a vuestro post sobre Israel y Palestina. Estamos programando un viaje de parecida duración y la verdad es que me ha servido de mucha ayuda para determinar nuestro itinerario. He encontrado solución a muchas de las incógnitas que me planteaba, así que no puedo más que daros las gracias. Además la redacción es estupenda, cosa que aún agradezco más.
Todavía me ayudaría más saber en qué fechas viajasteis, nosotros vamos en febrero y no se si hace demasiado frío para un baño en el Mar Muerto….el chubasquero ya he tomado nota para cogerlo 😁
¡Hola!
En primer lugar pedirte disculpas por la tardanza, espero que las aceptes 😉
Respondiendo a tu pregunta, decirte que este viaje lo hicimos en diciembre y nos dimos el chapuzón en el Mar Muerto, así que os animo a hacerlo sin lugar a dudas.
Espero que hayáis podido viajar, por las fechas que comentas has sido justo antes de la crisis sanitaria.
Mil gracias por el comentario, ¡da gusto!
Abrazo