Si algo teníamos claro cuando planificamos nuestro viaje, era que debíamos visitar Palestina. Sí o sí.

Consultamos algunos blogs antes de viajar y, sinceramente, no nos gustó lo que leímos. Sobre todo teniendo en cuenta que venía de personas que ya habían estado allí. Con este lugar no valen medias tintas.

La visita es una dosis de cruda realidad, además de una experiencia necesaria para comprender las raíces del conflicto palestino-israelí. Por todo lo que vimos, escuchamos y vivimos, esta es una de las entradas más difíciles que hemos tenido que escribir.

Te contamos cómo es el día a día en los territorios ocupados de Palestina.

Palestina - Make Hummus Not Wall

Hemos preparado una guía con consejos e información que debes tener en cuenta cuando visites Palestina, échale un vistazo.

LLEGANDO AL CHECKPOINT 300 DE BELÉN Y EL MURO DE LA VERGÜENZA

Era nuestro primer día en Jerusalén y a las 8:00 de la mañana ya estábamos camino a la Puerta de Damasco. Desde las afueras de la muralla salen los autobuses con destino Belén. Tienes dos opciones: tomar el bus que va directo a la ciudad o el que para en el checkpoint 300 (frente al muro). Está última fue nuestra elección para llegar a territorio palestino. Al final de este artículo te contamos qué otras formas hay para llegar a Belén y Hebrón.

El bus no iba lleno, sólo una docena de personas palestinas nos acompañaban en este trayecto que no duró ni media hora. Es surrealista pensar que el Muro de la Vergüenza se encuentra a prácticamente 8 kilómetros de la Puerta de Damasco. Paramos frente al muro y lo primero que se nos vino a la cabeza fue lo anacrónico del lugar, como si el ser humano estuviera condenado a repetir la misma historia una y otra vez.

Nos acercamos al checkpoint. A la entrada un par de soldados nos hicieron un gesto para que pasáramos una barrera canceladora sin siquiera mirar nuestros pasaportes. Había muy poco tránsito para entrar, apenas las personas que habíamos venido en el bus. El ambiente intramuros era de completo silencio, interrumpido solo por el sonido metálico de las puertas giratorias que atravesábamos. Un lugar de ambiente tétrico lleno de cámaras de seguridad, puertas y canceladoras.

Antes de salir a la pasarela que daba acceso a territorio palestino, encontramos otro puesto de control para las personas que pasaban en sentido inverso. Aquí sí que había mucho más movimiento.

Palestina - Muro Checkpoint 300 Belén
Palestina - Muro Pasarela Checkpoint
Palestina - Muro Pasarela Checkpoint
Palestina - Muro Pasarela Checkpoint

En la salida del checkpoint suelen reunirse unos cuantos taxistas. Se ofrecen para llevarte a Belén por unos 20-25 shekels o pactar una jornada de ruta por Cisjordania entre 300-600 shekels. Deberás acordar el precio previamente y puedes negociarlo. En nuestro caso no lo hicimos; la vida en Cisjordania no es precisamente fácil. Tras una charla de interesante componente político, acordamos un recorrido por 500 shekels con uno de los taxistas. No diremos su nombre (nunca se sabe quién hay al otro lado) ya que muchas de las cosas que contaremos a lo largo del post están basadas en lo que él nos contó.

Nuestra ruta nos llevaría por Herodión, Hebrón, el campo de refugiados de Aida y Belén. Además de los ya míticos grafitis de Banksy.

De camino al coche un soldado israelí hizo un gesto rudo a nuestro taxista para que se hiciese a un lado. No molestaba a nadie ni interrumpía el tráfico inexistente, fue un recordatorio de quién manda allí. Nos miró con resignación. Aquello era su pan de cada día.

La primera parada sería en el túnel de lavado de una gasolinera de Belén. No es que a nuestro conductor le entraran ganas de lavar el taxi en ese momento. El motivo estaba en la pared trasera: el famoso grafiti de Banksy, “Man throwing flowers“. Espectacular.

HERODIÓN Y LA BASE MILITAR ISRAELÍ

Nuestro siguiente destino fue la colina del Palacio de Herodes. En este lugar se encuentran las ruinas de la fortaleza que Herodes mandó construir en el año 15 a.C. También fue el espacio que eligió antes de morir en Jericó para acoger su tumba.

Está abierto de 8:00 a 17:00 (hasta las 16:00 en invierno) y la entrada cuesta 27 shekels.

Aunque sea un lugar de gran interés histórico, no paramos allí por esa razón. El verdadero motivo era que nuestro conductor había pasado su infancia y parte de su juventud en las faldas de Herodión.

En el camino que lleva al mirador donde paramos vimos una base militar israelí. Desde su construcción la población de alrededor ha venido teniendo problemas: les prohibieron tener las ventanas y puertas cerradas (lloviera, hiciera frío, fuera de día o de noche), les cortaban el suministro eléctrico, manipulaban el agua para que las tierras de cultivo no tuvieran regadío y un largo etcétera de atropellos. El objetivo, como ya supondrás, no era otro que echar a los y las palestinas que allí vivían. En el caso de nuestro conductor (y otras muchas familias), fue lo que consiguieron.

Todavía no habíamos hecho la confianza suficiente, a pesar de que él ya sabía que nuestro interés no estaba en el turismo religioso, así que insistía en decirnos que el pueblo palestino no era terrorista, que aquello era inhumano y que todo el mundo debería ir a verlo con sus propios ojos. Por momentos creímos que se echaba a llorar. Para él era importante que supiésemos lo que pasaba allí; suponemos que ese reconocimiento de terceras personas es de los pocos alivios que encuentran a su dolor.

Si contemplar desde la colina cómo los asentamientos judíos gozaban de un verde intenso mientras que a escasos metros la vida agonizaba nos provocaba una rabia indescriptible, qué sería para él que aquella era su tierra.

Palestina - Herodium asentamientos

Vistas desde la colina del Palacio de Herodes: a un lado la tierra seca, al otro tierra fértil

HEBRÓN: LA ESTAMPA SURREALISTA DEL CONFLICTO

Tras media hora en coche desde Belén, llegamos a nuestra siguiente parada: Hebrón. Este es el ejemplo más claro de la tensa “convivencia” entre la población palestina y los colonos israelíes.

¿Qué pasa en Hebrón?

Para explicar brevemente la raíz del problema en esta ciudad, vamos con un poco de historia. ¿Por qué es tan importante Hebrón para la comunidad judía y para la musulmana?

Hebrón es una de las ciudades más antiguas del mundo, los primeros asentamientos datan del siglo XVII antes de Cristo. Según la tradición judía, aquí Abraham compró la cueva de Macpela para enterrar a su esposa, Sara, que murió a los 127 años de edad. Muchos años más tarde moriría Abraham (a los 175 años) quien también recibiría sepultura en la cueva. Este lugar se convirtió posteriormente en algo así como el panteón familiar de sus descendientes y parejas: Isaac y Rebeca, Jacob y Lía.

Para la comunidad musulmana, Ibrahim (Abraham) fue profeta de Alá, además del constructor de la Kaaba en la Meca y un santuario en Hebrón.

Escritos de la tradición judía, cristiana y musulmana sostienen que Hebrón fue testigo de los últimos días de Adán y Eva.

Al complicado equilibrio de credos en torno a este lugar, se añade la historia reciente. Tras la Guerra de los Seis Días el ejército israelí ocupó la mayor parte de Cisjordania. El gobierno israelí aprovechó la situación para reclamar Hebrón como lugar de importancia esencial para el pueblo judío. A todo ello se unieron las doctrinas teológicas y mensajes mesiánicos de rabinos del judaísmo ortodoxo que promovían los asentamientos en Palestina (especialmente en Hebrón) como un derecho y un deber. Así, las ocupaciones de edificios por parte de los colonos y los asentamientos ilegales no pararon de crecer entre 1968 y 1984. La diferencia de estos asentamientos con los del resto Cisjordania es que, en este caso, se ubicaban en plena Ciudad Vieja.

Ante la escalada de violencia por la ocupación, los Acuerdos de Hebrón de 1997 dividieron la ciudad en dos áreas:

  • H1: Bajo control de la Autoridad Palestina. Es el 80% de la ciudad, aunque no el casco antiguo.
  • H2: El 20% es controlado por Israel. Cubre el casco histórico.

Desde entonces muchas personas palestinas que vivían o trabajaban en el área H2 se han visto obligadas a dejar sus casas y negocios. El motivo es el continuo hostigamiento, ataques, boicots y humillaciones que han sufrido por parte de los colonos israelíes. Estos consideran a los palestinos “mentirosos, viciosos, egocéntricos e indignos de confianza”.

Dejémoslo aquí de momento porque el asunto se las trae.

Una ciudad plagada de checkpoints y barreras

Llegamos a Hebrón a media mañana. Nuestro conductor aparcó el taxi en el límite del casco antiguo (H2). Cruzamos unas callejuelas hasta llegar a la calle que se dirige en línea recta a la Tumba de los Patriarcas. El ambiente era el típico de zoco: ajetreo, tenderos y vendedores ofreciendo todo tipo de productos.

El zoco de histórico de Hebrón se cerró debido a que los colonos israelíes que vivían encima de los comercios arrojaban basura, orina y todo tipo de objetos a los vendedores y transeúntes palestinos que transitaban por aquellas calles.

Antes de acceder a la Tumba de los Patriarcas tuvimos que pasar por otro checkpoint. El acceso estaba siendo bloqueado por los soldados israelíes, sin que verdaderamente nadie supiera el motivo. Nuestro guía nos contó que aquello solía ser habitual: cuando el Imam llama a oración (y especialmente los viernes) bloquean la entrada a la zona durante un tiempo indeterminado provocando mayúsculos colapsos. El ejército aduce que es por motivos de seguridad, pero más bien parece que la verdadera intención es minar la moral de quienes quieren acudir a la mezquita ya que, cuando el control abre, todas las personas pasan en masa mientras el detector de metales pita sin parar. Aquel día el control no permaneció mucho tiempo cerrado, pero sí lo suficiente para tensar el ambiente.

Palestina - Hebron Checkpoint
Palestina - Hebron Checkpoint

Recorriendo la zona H2: la fantasmagórica calle Shuhada

Antes de entrar a la mezquita y para respetar el tiempo de rezo, nos acompañó hasta el control que hay al inicio de la calle Shuhada. Él nos esperaría en ese punto: el tránsito por esta arteria principal de Hebrón está vetado para las personas palestinas desde la masacre de Hebrón de 1994 (de la que os hablaremos más abajo). Muchos comercios palestinos tuvieron que cerrar y las personas que optaron por quedarse a vivir aquí tuvieron que exiliar posteriormente a otras zonas debido a las agresiones y hostigamiento por parte de muchos de los colonos. Todavía hay población palestina que continúa viviendo en la zona, pero deben acceder por vías alternativas a las transitadas por la población israelí. El lugar ha quedado desierto ya que el número de colonos no es suficiente para dar “vida” a una extensión tan grande.

alestina Hebron Calle Al Shuhada
Palestina Hebron Calle Al Shuhada
Palestina Hebron Calle Al Shuhada
Palestina Hebron Calle Al Shuhada

Cuando empezamos a andar por la calle, el panorama era desolador. Sólo vimos a alguna que otra familia judía que caminaba en silencio hacia su casa. Mientras sacábamos fotos a aquella estampa, un colono se acercó desde la lejanía recriminando con en mal tono a Naiara.

-¿Por qué me sacas una foto? ¿Acaso me has pedido permiso?

– No te he sacado una foto. Estaba tomando una foto a la calle. Puedes verla si quieres.

No andaba muy convencido. Inspeccionó al detalle hasta que comprobó que para verse en la foto tenía que hacer tal zoom que parecía un pixel enorme.

La sensación era desasosegante: callejuelas vacías, torretas de vigilancia, cámaras de seguridad, soldados apostados a lo largo de la calle vigilando el vacío, carteles de colonos reclamando la memoria de judíos asesinados por palestinos… Era como si un virus de odio se hubiera hecho con el sitio y hubiera exterminado la población.

Se nos acercó otro colono, esta vez para decirnos “welcome to Israel”. Esto lo hacen mucho.

Palestina Hebron Calle Al Shuhada
Palestina Hebron Calle Al Shuhada
Palestina - Hebron H2 seguridad
Palestina Hebron Calle Al Shuhada

La Mezquita de Ibrahim (La Tumba de los Patriarcas)

Después de la perplejidad, volvimos al punto donde habíamos dejado a nuestro conductor. Era hora de visitar la Mezquita de Ibrahim (La Tumba de los Patriarcas).

Este templo de dos milenios de antigüedad es el espacio de oración que más tiempo lleva conservando su función original. Está divido en dos partes: la sinagoga (a la que no pudimos acceder por ser shabat); y la mezquita.

Como hemos adelantado un poco más arriba, el templo está construido sobre la cueva Macpela. Este es el lugar donde, según la tradición judía, se hallan las tumbas del Abraham, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob y Lía. De ahí el nombre: Tumba de los Patriarcas.

Para la comunidad musulmana esta mezquita es uno de los lugares más sagrados del Islam: donde descansa con su familia en el profeta Ibrahim (Abraham).

Palestina - Mezquita Ibrahim Tumba Patriarcas exterior

Para acceder al recinto tuvimos que pasar otro control de seguridad. En 1994 este sitio fue testigo de la masacre de Hebrón: 29 personas fueron asesinadas (también menores de edad) y 125 heridas cuando el colono israelí Baruch Goldman abrió fuego contra musulmanes palestinos que habían acudido a la mezquita a rezar.

Como en cualquier mezquita, para acceder hay que descalzarse y las mujeres deben cubrirse el cabello.

En el interior se pueden ver las tumbas simbólicas (cenotafios). El cenotafio de Abraham se encuentra separado del resto. A su lado hay una huella de la que se dice que pertenece al gran profeta Mahoma (mientras que los judíos sostienen que es de Adán). El ambiente en la mezquita era muy distendido, algo que nos sirvió para descargar en parte la tensión que se palpa en los alrededores.

Palestina - Mezquita Ibrahim Tumba Patriarcas - El cenotafio de Abraham
Palestina - Mezquita Ibrahim Tumba Patriarcas

En un lateral hay una rendija donde se puede entrever parte de la cueva que acoge los restos de estos personajes sagrados.

Después de comprar unos dulces típicos en el zoco, nos dirigimos hacia Belén. La conversación en el coche giraba en torno al mismo tema: ¿hay alguna forma de resolver todo esto?

VISITANDO EL CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE AIDA

La mayor parte de Belén es zona A (control palestino) y numerosos carteles de carretera alertan al turismo y a las y los israelís de “lo peligroso” que resulta adentrarse en el lugar. Ni caso.

Ya en Belén,  paramos en el campo de refugiados de Aida. Fue creado para acoger a la población palestina que buscaba refugio después de la ocupación por parte de Israel de varios de sus territorios en 1948. Tras décadas de existencia, las tiendas de campaña han dado paso a básicos edificios de cemento que forman un barrio deprimido económicamente donde reina el desempleo. La zona, rodeada por el muro y plagada de torretas y puestos de vigilancia, ha sido campo de batalla durante las dos Intifadas, escenario de protestas, altercados y manifestaciones. Los disparos, muertes y detenciones son una constante en el lugar desde hace casi 60 años. En una de las calles se puede observar una enorme llave que simboliza la esperanza de las personas palestinas de volver al territorio que fue ocupado por el ejercito israelí.

Palestina - Belen - Campo de refugiados de Aida Torre Vigilancia
Palestina - Belen - Campo de refugiados de Aida Rebelde
Palestina - Belen - Campo de refugiados de Aida arafat

Dos de los grafitis de Banksy que mencionamos al principio del post, así como muchas otras obras, se encuentran aquí: los ángeles abriendo una brecha en el muro y la paloma de la paz con chaleco antibalas. El arte del grafiti se ha abierto paso adornando las paredes y denunciando la existencia del propio muro, convirtiendo la vergüenza en la meca del arte callejero improvisado.

Palestina - Belen - Muro Grafitis
Palestina - Belen - Muro Grafitis
Palestina - Belen - Muro Grafitis
Palestina - Belen - Muro Grafitis
Palestina - Belen - Muro Grafitis - Alicia a traves del Muro
Palestina - Belen - Muro Grafitis

RECORRIENDO EL CENTRO DE BELÉN

La última parada en nuestro viaje sería el centro de Belén. Llegaba el momento de decir adiós a nuestro guía, conductor y, ya para entonces, amigo. Nos despedimos con un selfie, un apretón de manos y los mejores deseos para el futuro.

Callejeamos por Belén hasta llegar a la Basílica de la Natividad. Dada la importancia del lugar para las personas cristianas y su cercanía a Jerusalén, el ambiente en el centro era más relajado y turístico: callejuelas animadas, cafeterías, comercios y un zoco lleno de vida eran el contrapunto a lo visto en Hebrón.

Palestina - Belen Calles
Palestina - Belen Calles

“El Portal de Belén”: La Basílica de la Natividad

El templo cristiano en activo más antiguo del mundo, la Basílica de la Natividad, fue construido por Constantino el año 326. Llama la atención la pequeña puerta de entrada, hecha así para evitar que fuera atacada a caballo.

La razón de la importancia de la basílica es que fue construida sobre lo que conocemos como “el Portal de Belén”, donde se cuenta que nació Jesús y acudieron los Reyes Magos. El lugar exacto (o eso dicen) está en una mística y pequeña capilla subterránea que se conoce como gruta de la Natividad. Suele haber largas filas para acceder, haz uso de toda la paciencia que tengas. El guarda, muy profesional en su trabajo, y un clérigo ortodoxo abroncaban constantemente a turistas y fieles que armaban “jaleo”.

Palestina - Belen - Basílica Natividad Puerta Principal
Palestina - Belen - Basílica de la Natividad

En la capilla, debajo de un pequeño altar, está la estrella de 14 puntas que indica el lugar exacto donde se dice que nació Jesús. A un lado se encuentra el pesebre, la cuna improvisada por María. Aunque el gentío que se congrega hace un tanto incómoda la visita, no le resta nada al ambiente místico.

Palestina - Belen - Basilica de la Natividad estrella 14 puntas
Palestina - Belen - Basilica de la Natividad Gruta
lestina - Belen - Basilica de la Natividad pesebre
alestina - Belen - Basilica de la Natividad Gruta

La Gruta de la Leche

Salimos de la basílica y caminamos unos metros hacia La Gruta de la Leche. Esta es otra de las cuevas que acoge una pequeña capilla donde se cree que José, María y Jesús se refugiaron cuando Herodes ordenó la matanza de los inocentes. Para ser otro de los lugares sagrados, nos sorprendió encontrarlo desierto a diferencia de la Gruta de la Natividad.

Palestina - Belen - Gruta de la Leche
Palestina - Belen - Gruta de la Leche

La vuelta en autobús desde Belén a Jerusalén

Ya caía la tarde. El cansancio pasaba la correspondiente factura y las tripas rugían. Así que tocaba emprender el camino de vuelta a Jerusalén. Esta vez optamos por no pasar el muro e ir en el autobús que va directo. Te dejamos el link con la ubicación de la parada de los buses  de Belén destino Jerusalén para que no pierdas el tiempo que perdimos intentando encontrarla. Es el número 231 y cuesta 6,80 shekels.

El trayecto todavía nos depararía presenciar otro de los hostigamientos a la población palestina. Pocos minutos después de abandonar la ciudad, en mitad de la nada y de la noche, el autobús paró y comenzaron a bajar las personas palestinas. Era el checkpoint de carretera. El resto permanecimos en el bus sin dar crédito a lo que estaba pasando. Finalizada la inspección fuera del autobús, dos militares subieron a comprobar que no se les hubiera escapado nadie. La gente comenzó a sacar sus pasaportes e hicimos lo propio. No nos lo pidieron.

Si a lo acumulado durante el día le sumas esto, la mezcla entre rabia y tristeza era difícil de explicar.

De vuelta en Jerusalén tocaba descansar y reflexionar sobre vivido. Fue crudo presenciar de primera mano semejante atropello a los Derechos Humanos.

DATOS PRÁCTICOS Y CONSEJOS

  • Llevar el pasaporte se vuelve imprescindible. No lo olvides.
  • A pesar del conflicto, Cisjordania es un lugar seguro. Los y las palestinas son gente abierta y agradecen que vayas a conocer la situación de primera mano. No hagas demasiado caso a los letreros israelís que intentan intimidar al turismo.
  • Sin perjuicio de lo anterior, lamentablemente la situación política es inestable. Mantente al tanto de las noticias y guarda distancia si hay manifestaciones o protestas.
  • Los controles israelíes son muy rigurosos con la población palestina, pero no tanto con el turismo.
  • Es posible viajar a Cisjordania por libre, pero, para que puedas enterarte de cómo es el día a día en los Territorios Palestinos, te recomendamos que visites la zona con una persona palestina o con alguna organización como Breaking The Silence

Hemos preparado un artículo con siete razones por las que viajar a Palestina. Aun así, si tienes cualquier duda, ya sabes: puedes dejárnosla en los comentarios.