Fiordos del Oeste de Islandia en 1 día: Holar, Grundarfoss, Kirkjufellsfoss, Kirkjufell, Grundarfjordur, Akranes.

Avanzamos en el viaje por Islandia hacia una de las últimas jornadas: el oeste. Paisajes salvajes y aislamiento definen este rincón de la isla; probablemente la idea que se tiene del país antes de viajar.

En esta entrada te cuento qué ver en los Fiordos del Oeste de Islandia en 1 día.

¡Vamos con ello!

• A pesar de estar bien comunicados con el resto del país, los Fiordos del Oeste de Islandia es una de las zonas menos visitadas ya que requiere desviarse de la carretera de circunvalación Ring Road.
• Hay quienes se refieren a la península de Snaefellsnes como la pequeña Islandia, no en vano reúne representativos paisajes de la Tierra de Hielo y Fuego.

Dejamos el Norte de Islandia para continuar la ruta hacia los Fiordos del Oeste. Esta jornada fue la más agotadora del viaje de 8 días ya que entre Akureyri y Kirkjufellsfoss hay 5 horas y media de carretera.

Entre un lugar y el otro, la nada. La nada o nada por lo que merezca la pena parar. Bueno, un lugar sí encontramos: Holar.

Hola se sitúa a hora y media desde Akureyri por la carretera de circunvalación 1 o a dos horas y media bordeando el fiordo.

Con una población inferior a 100 habitantes, Holar tiene un pasado de importancia para Islandia. Sede religiosa y cultural, fue escenario de batallas y el último punto de resistencia del catolicismo durante la reforma protestante.

A pesar de ser una localidad muy pequeña, tiene una universidad de prestigio internacional donde se pueden estudiar grados de biología marina y acuicultura entre otros.

Echando un vistazo en la Catedral de Holar conocimos al pastor, con quien charlamos un rato. Nos contó cosas interesantes como que el primer ejemplar de la Biblia traducido al islandés se imprimió en Holar. De hecho, está expuesto en una vitrina dentro de la catedral. Hablamos también de la influencia que tuvo escandinava en Islandia y de la importancia de mantener las lenguas por minoritarias que sean.

Tuvimos la suerte de tener un guía de excepción.

Por lo demás, la catedral es un sencillo edificio, nada ostentoso, pero su presencia en esta pequeña localidad es clave para la identidad de Holar.

Dando un paseo puedes encontrar casas de madera con techos vegetales.

La vista alrededor de este lugar merece la parada.

Esta cascada con un salto de 70 metros debe ser espectacular. Y digo debe porque únicamente pudimos intuirla de lejos. Según leo en Internet parece ser que este es otro caso de cascada en propiedad privada en Islandia. Quienes han podido acercarse comentan que el camino es algo costoso (hay que cruzar un río en la ida y en la vuelta), pero que una vez allí la vista es espectacular.

Parece ser que la propiedad afortunada de disfrutar de manera privada de esta maravilla se anuncia en Airbnb, así que quien se aloja allí puede visitarla.

Siempre hubo clases, que diría mi padre.

Por una parte, Kirkjufellsfoss: tres pequeñas caídas de agua. Por otra, Kirkjufell: la montaña más fotografiada de Islandia, también conocida como “Church mountain”.

La combinación de ambas, en el ángulo perfecto, da como resultado una de las panorámicas más buscadas de la península de Snaefellsnes y del país.

Entre este conjunto y Grundarfoss se encuentra Grundarfjordur, un pequeño municipio de menos de 1.000 habitantes. En sí mismo no llama la atención (más allá de su privilegiada ubicación), pero puede ser un buen lugar para repostar, descansar o acceder a servicios.

No teníamos tiempo para más: apenas nos quedaba 1 día y medio en Islandia y aún teníamos que conocer Reikiavik. Si tienes días, dedícale horas a esta región; es realmente espectacular.

Continuamos la ruta en esta -interminable- jornada de carretera en dirección a la capital.

Entre los Fiordos del Oeste y Reikiavik encontramos esta pequeña localidad portuaria donde pasar la noche. Akranes tiene una visita breve, pero agradable; muy recomendada para descansar si vienes desde el oeste.

Situada a los pies del monte Akrafjall, dicen que cuenta con una de las mejores playas de toda la isla: Langisandur. Quizá no se trata de que sea una de las mejores, sino de que es una de las pocas playas de arena dorada y eso la convierte en todo un atractivo en el país de los volcanes.

No pudimos evitar quedarnos un rato viendo cómo la gente local combinaba el agua caliente de unas pequeñas termas públicas con el agua helada de la playa. Nos creemos del norte, hasta que vamos al Norte.

Otro de los atractivos de la ciudad es su viejo faro, desde donde puede verse la vecina Reikiavik.

Por último, la iglesia de Akranes. Situada en el centro de la ciudad, guarda el estilo arquitectónico de la zona.

Quizá, al igual que Josu y yo en su momento, te preguntes: ¿merece la pena ir a los Fiordos del Oeste de Islandia? No te voy a mentir: si vas desde norte en dirección a Reikiviak para completar la ruta circular por el país, es una matada. Pero, si lo piensas, sí o sí vas a tener que meter horas en el coche ese día, así que por desviarse unas pocas más… from lost to the river 😉

Terminamos en Akranes esta ruta por los Fiordos del Oeste de Islandia en 1 día. El siguiente -y último- día se lo dedicamos a Reikiavik, ¡no te pierdas la entrada!

• La ropa por capas en esta zona del país es imprescindible.
• Soy la pesada del calzado cómodo, pero en serio, es fundamental (¡hazme caso!).

Recuerda que si tienes alguna duda puedes dejarla en los comentarios, ¡la responderé a la mayor brevedad posible!

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