Situada al este del archipiélago de las Galápagos, esta isla es sin duda la preferida por los lobos marinos. Miles de ejemplares campan a sus anchas por las playas, el puerto y sus aledaños. Pero no son los únicos habitantes no humanos que podrás ver: piqueros, manta rayas, fragatas, tortugas y demás compañía te espera en San Cristóbal.
Además, es el punto de partida para el tour al León Dormido, la roca más famosa de la zona.
QUIZÁ QUIERAS SABER
- Su población principal, Puerto Baquerizo, es también la sede administrativa del archipiélago.
- Aproximadamente, 5.500 personas viven en la isla.
- Una estatua situada en Cerro Tijeretas, conmemora el primer desembarco de Charles Darwin en las Galápagos en 1835.
SAN CRISTÓBAL EN 4 DÍAS
En nuestro itinerario por las Galápagos, la primera parada fue en la isla de San Cristóbal. Aterrizamos en su pequeño aeropuerto situado al oeste de Puerto Baquerizo, la población principal de la isla y la segunda más habitada del archipiélago.
Por primera vez en estos años viajando, salimos mochila al hombro caminando hacia el hostal. Has leído bien: en unos 15 minutos andando desde la terminal, te presentas en el centro de Puerto Baquerizo.
Dejamos los bártulos y nos pegamos la típica ducha de llevo casi 2 días entre aviones y aeropuertos.
Fauna en estado puro
Para este viaje nos habíamos documentado mucho más de lo habitual. No porque tenga especial complicación, sino porque se volvió adictivo. Leer cómo los animales permanecen en estado salvaje, ver imágenes de lobos marinos queriendo interactuar con personas, saber del fondo marino que nos esperaba… Imposible parar.
Aun habiendo consumido información en dosis elevadas, no pudimos evitar sorprendernos cuando llegamos al muelle y vimos aquella estampa. Cientos de lobos marinos en la playa, en embarcaciones, ocupando asientos, durmiendo bajo los árboles…
Los primeros contactos con animales se sucedían por minutos. Mira, un piquero de patas azules. Ahí hay varios pelícanos al acecho. Un pez globo. ¡Y una tintorera! No te pierdas el pedazo de iguana en esa roca. Pero, ¡si acabamos de llegar!
Como ves, todo esto en lo que duró un pequeño paseo de toma de contacto.
Se palpaba en el ambiente que estábamos empezando un viaje singular, que pasaría al recuerdo como uno de los más divertidos. No queríamos perdernos absolutamente nada de lo que las Galápagos tuvieran que ofrecernos.
Planifica las excursiones con antelación
La toma de contacto también pasaba por conocer las operadoras que organizan los tours desde la isla para comparar precios y servicios. Te recomendamos que hagas lo mismo: si tienes pocos días, reserva cuanto antes, hay mucha demanda.
En nuestro caso reservamos para el León Dormido, la roca más popular de las Galápagos. Te lo contamos todo sobre este tour en la siguiente entrada.
Puerto Baquerizo
Esta localidad de aire pesquero, todo queda a mano. Además, las distancias a los diferentes puntos de interés del suroeste de la isla son relativamente cortas.
Es en el puerto donde se concentra la actividad, convirtiéndose en un espectáculo en sí mismo. Durante el día puedes encontrar algún que otro lobo marino descansando en los bancos o dando un paseo por el muelle (¡por qué no!). Por la noche la “invasión” es total. Los encontrarás por decenas en las plataformas flotantes para las embarcaciones, dentro de las mismas embarcaciones y agolpados por cientos en la playa. Los sonidos que emiten no te dejarán indiferente.
Al igual que ir a ver el atardecer a Playa Mann, visitar el puerto después de cenar se convirtió en rutina. Puedes ver manta rayas, pequeñas tiroreras, peces globo, tortugas marinas y varias especies de aves fichando su cena.
Te aseguro que te irás al hostal a regañadientes.
Playa Mann
Llegó la hora del primer chapuzón. Fuimos a Playa Mann, la que terminó por convertirse en la playa donde terminar todos los días. Es un lugar de ambiente local, donde familias disfrutan del agua y de la fauna que se acerca por allí. Hay dos pequeños puestos de comida y bebidas a la entrada.
Puedes llegar andando en unos 10 minutos desde el centro, en dirección a Cerro Tijeretas.
El agua aquí estaba especialmente fría, al menos para mí. Aunque fuimos en época de corrientes marianas suaves (abril), eché de menos un shorty en la mochila.
Para el snorkel tendrás que adentrarte bastante, ten en cuenta que es una de las playas más concurridas. Aún así, podrás ver algún banco de sardinas y peces cirujano. También es zona de lobos marinos. Es fácil que los veas en la arena tomando el sol, en la orilla chapoteando o que te los cruces en el agua y vengan jugar contigo. Más bien parece que vengan a enseñarte las cosas que saben hacer y tú no. Hacen piruetas a tu alrededor y, si llevas cámara acuática, van a querer saber qué es eso que llevas ahí. No te preocupes, no son agresivos, no te harán nada. Solo sigue las siguientes recomendaciones:
En esta playa también podrás disfrutar de bonitos atardeceres. En nuestro caso se volvió ritual.
La Lobería
La playa de La Lobería es una de las visitas más bonitas que puedes hacer. Deberás caminar en dirección al aeropuerto, que dejarás enseguida a mano derecha. La carretera no tiene pérdida, solo continúa recto. Unos 20 minutos antes de llegar a destino, la carretera termina y comienza un camino de piedras. Toda la caminata te llevará un total de 40 minutos aproximadamente.
Antes de partir, no te olvides de llevar abundante agua y algo para picar; la deshidratación por el sol castigador es importante. Por la misma razón, date una buena capa de protector solar, no tendrás dónde resguardarte durante el camino. El repelente para mosquitos te evitará más de una picadura en la carretera.
Podrás practicar snorkel, surf y submarinismo. Ten en cuenta que la corriente puede ser fuerte.
Pero lo verdaderamente espectacular de este lugar se ve desde la misma arena. Colonias de lobos marinos, iguanas, pelícanos, fragatas y cangrejos sobre roca volcánica. Es un desfile interminable. Todas estas especies comparten espacio entre ellas y con las personas en una convivencia que, cuanto menos, llama la atención.
Si continúas hacia adelante, encontrarás un caminito de roca que conduce a un pequeño acantilado. Este camino es de roca, por lo que se complica un poco la tarea.
Cerro Tijeretas
Desde Playa Mann sube una carretera hacia el cerro Tijeretas. Nada más empezar la ruta, a escasos 500 metro, encontrarás el Centro de Interpretación. Se trata de un centro de exposición gratuito donde se pone de relieve la importancia de la conservación del archipiélago.
Desde este mismo centro salen varios senderos con diferentes rutas en dirección al norte de la isla. Está todo perfectamente indicado, no hay pérdida. Uno de estos senderos atraviesa la colina para llegar a un mirador con unas vistas espectaculares: puedes ver la roca del León Dormido desde ahí.
La bajada la hicimos dirección a Bahía Tijeretas, el lugar exacto de la llegada del científico. Podrás ponerte las gafas y practicar snorkel y ver variedades de peces. Es un baño muy tranquilo y divertido. Ten en cuenta que no hay arena, entras directamente desde el saliente de piedra. Te recomendamos que lleves escarpines. ¡Cuidado de no pisar a los cangrejos!
Subimos por el sendero que lleva hasta la estatua de Darwin, que conmemora el desembarco de Darwin con el Beagle. La ruta termina en la playa de Punta Carola, un verdadero Benidorm para las iguanas marinas.
DATOS PRÁCTICOS Y CONSEJOS
- Es importante que te acojas a las reglas de visita del Parque Nacional y Reserva Marina de Galápagos. No olvides que se trata de una zona especialmente protegida y que su supervivencia también depende de ti.
- El agua y la protección solar deben convertirse en tus inseparables cada día. Deshidratarse es probable y quemarse es más que probable debido a la incidencia del sol.
- Tampoco te olvides de llevar contigo el equipo para el snorkel, cualquier rincón es bueno para echar un vistazo a la vida marina. Además, te recomendamos llevar escarpines. Recuerda que el origen de las islas es volcánico, por lo que puedes sufrir un poco en las entradas y salidas del agua.
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