Santa Cruz: el corazón de las Galápagos

Situada en el centro geográfico del archipiélago, Santa Cruz cuenta con atractivos tanto en la costa como en el interior. Ofrece una extensa variedad de actividades, además de ser la base de operaciones para los tours que parten a islas deshabitadas. Te contamos nuestra experiencia en la isla y sus alrededores.

• Santa Cruz es un volcán: los cráteres hundidos de Los Gemelos dan buena fe de ello. Actualmente inactivo, su última erupción se registró hace 1 millón y medio de años.
• Se trata de la isla más poblada de Galápagos, con unas 15.000 personas residentes.

Llegamos sobre las 10 de la mañana en una fibra desde la vecina San Cristóbal. Para no romper con la dinámica que venía siendo habitual, lobos marinos ocupaban el muelle y descansaban en los asientos.  Empezábamos a engancharnos sin remedio a las Galápagos.

En el hospedaje nos recomendaron varias actividades para hacer por libre en Puerto Ayora. Para ese primer día elegimos visitar la Estación Científica Charles Darwin y la laguna Las Ninfas.

Además, y al igual que para el León Dormido, consultamos en varias operadoras sobre el tour a Isla Pinzón. Recuerda que son excursiones muy demandadas, no lo dejes para el último momento.

Si Puerto Ayora no es tu primera parada en Galápagos, te llamará la atención su tamaño y la cantidad de servicios con los que cuenta. Además, y para que te hagas una idea, dobla en número de habitantes a Puerto Baquerizo y supera en más de 10.000 a Puerto Villamil.

Al igual que en las poblaciones de las islas vecinas, el centro de la actividad se sitúa alrededor del puerto y del malecón. Un no parar de vida humana y animal de día y de noche.

No te pierdas el mercado del pescado, en el Muelle del Pescador, donde lobos marinos y pelícanos intentan compartir puesto de trabajo con las pescateras.

Otro punto de interés a destacar es la calle de los Kioscos, dedicada casi por entero a los pescados a la brasa. La relación calidad-precio es buena. Ve temprano, a partir de las 20:30 suele estar repleto. Te recomendamos el brujo a la brasa con guarnición.

Sin duda, la Estación Científica Charles Darwin es una de las mejores actividades de Puerto Ayora. A 20 minutos hacia el este desde el malecón, en la Av. Charles Darwin. Abre de 8:00 a 12:30 y de 14:00 a 17:30 (domingos solo mañanas). La entrada es gratuita.

Además de ver los proyectos para la conservación ambiental de las Islas Galápagos, palparás el amor y respeto hacia los animales con el que trabaja el personal científico. No te dejará indiferente.

Disponen de espacios para la cría de la tortuga gigante (o galápago). Es el único lugar donde puedes verlas en sus primeros meses de vida.

También hay una zona dedicada a la iguana terrestre de Galápagos.

No podemos olvidarnos del pabellón que guarda los restos de Solitario George, fallecido en 2012. Esta tortuga gigante fue descubierta en 1971, pero se cree que pudo nacer entre 1890 y 1920. A pesar de los esfuerzos invertidos para su reproducción, no fue posible. Con su muerte, se extinguió la especie. Lleva algo para cubrirte, la temperatura en el interior es baja para favorecer su conservación.

Al terminar, puedes darte un chapuzón y practicar snorkel en la aledaña Playa de Estación.

Este estuario está ubicado a menos de 10 minutos andando desde el centro de Puerto Ayora. Es un buen lugar para escapar y tomar aire, sobre todo al atardecer. Tiene senderos y pasarelas que permiten hacer un pequeño recorrido.

Abierto de 6:00 a 17:00.

En el caso de Bahía Tortuga, toca andar un poquito más. También puedes ir en lancha por unos 20$, pero te perderías el sendero que lleva a la playa. Además, es gratis, ¡todo ventajas!

Situada en dirección oeste, a unos 40-50 minutos desde el centro, esta playa sorprende por su longitud y arena blanca. Por el camino que conduce hasta ella, podrás observar opuntias (los famosos cactus de Santa Cruz), lagartijas de lava y aves sobrevolando la zona.

Una vez allí, deberás caminar por la arena para llegar a Playa Mansa, el lugar recomendado para el baño. Las corrientes en la playa principal pueden ser fuertes. Sin embargo, Playa Mansa hace honor a su nombre.

Podrás ver iguanas en el agua, en la arena, en las rocas, en la hierba… ¡están por todas partes! Incluso en el manglar de Playa Mansa puedes cruzarte con alguna pequeña tintorera.

No hay mucho espacio con sombra, pero tienen instalados troncos con forma de perchero para poder colgar tus pertenencias.

Según lo que habíamos leído sobre cómo llegar a este lugar, parecía una misión casi imposible. Nada que ver: no tiene pérdida y es uno de los sitios que deberías visitar en tu estancia en Puerto Ayora.

En el muelle tomas un aquataxi a Playa de los Alemanes. Cuesta 0,80$ y salen constantemente. En 5 minutos te dejará delante de un restaurante, donde seguirás de frente hasta ver la playa. Atraviesas la playa y llegas a un sendero, solo hay que seguirlo. Durante el camino podrás ver unas salinas y abundante vegetación, da gusto recorrerlo.

En unos 15 minutos habrás llegado a Las Grietas. En el acceso a las escaleras te preguntarán el nombre para llevar el registro de entradas.

Puedes practicar snorkel. Lleva escarpines y vigila tus pertenencias durante el baño.

Ten en cuenta que a las 17:00 ya no se puede acceder.

A la salida hay un sendero que puedes caminar; se ve la enorme grieta desde arriba y algunas zonas de Santa Cruz.

En las tierras altas de la isla se encuentran Los Gemelos, dos enormes hendiduras resultado de la actividad volcánica de la zona.

Para llegar a este lugar sí recomendamos tomar un taxi, pero con excepciones. Una forma fantástica de visitarlo es subir en pickup con las bicis que previamente hayas alquilado y, después, seguir la ruta por tu cuenta. El camino de vuelta no tiene ninguna complicación, es todo descenso por carretera asfaltada y hay carril bici. El que tiene algo más de miga es el de subida; puede hacerse pesado por la pendiente y las temperaturas.

Para la pickup solo hace falta que te acerques al malecón y negocies con los taxistas de la zona. No lo recordamos con exactitud, pero creemos que nos cobró 10$ por subirnos. El traslado dura aproximadamente 30 minutos.

Una vez en Los Gemelos, verás un sendero en dirección única que podrás seguir para acercarte a los cráteres. La visita no tiene mucho más en sí misma, pero impacta el tamaño de las hendiduras y no está de más acercase por allí si dispones de tiempo.

Las bicis las alquilamos en “Comercial Pingüino“, al lado del Hospedaje Darwin. Pagamos 10$ por cada una, nada barato, pero son los precios que se manejan aquí.

Aprovechamos la tarde para ir a la reserva de tortugas El Chato.

También en la parte alta de Santa Cruz, a media hora en bici desde Los Gemelos, se encuentra la reserva de tortugas gigantes de El Chato.

Desde los cráteres seguimos la Santa Cruz Highway en dirección suroeste hasta llegar al pueblo de Santa Rosa. Aquí termina la carretea y comienza el camino que conduce a la reserva. Verás un cartel a mano izquierda indicando el acceso. Desde ese punto, hay 1 kilómetro que discurre por un camino rojizo hasta la entrada. Esta senda es resbaladiza, cuidado con las bicis.

No tiene pérdida, a pesar de que una familia terminó por remolcarlos en pickup porque nos saltamos la entrada algunos kilómetros. Eternas gracias.

En la reserva podrás ver cientos de tortugas en estado salvaje durante su travesía migratoria de las zonas bajas a las altas en época de lluvias, y viceversa para el desove. Depende de la época, tendrás más o menos suerte.

Dos cosas a tener en cuenta: está en la parte alta, por lo que el tiempo es más fresco y lluvioso. Además, es una zona pantanosa; lleva calzado adecuado. En la entrada vimos botas de agua que creemos son para préstamo.

El precio de la entrada es de 5$ y se empieza en unos pequeños túneles de lava. Una vez dentro de la reserva, hay variedad de senderos que te llevarán a charcas y zonas de esparcimiento. Recuerda mantener siempre una distancia mínima de respeto de 2 metros.

Si tienes suerte, podrás ver ejemplares apareándose. Lo que no tendrás es tiempo suficiente para esperar a la resolución; se lo toman con calma.

La vuelta a Puerto Ayora se hizo un poco más larga, tardamos algo más de hora y media.

También puedes ir el bus hasta Santa Rosa y alquilar las bicicletas allí. O contratar un tour, aunque no lo recomendaríamos.

Existen otras fincas parecidas, como Rancho Primicias o Mariposas, pero esta es sobre la que mejores opiniones habíamos leído.

Abierto de 6:00 a 18:00.

No habíamos oído ni leído nada sobre este lugar. Es Cerro Crocker el que se lleva la palma en las guías y folletos turísticos. Lo conocimos gracias a Sebas, el dueño del hostal donde nos alojábamos. Nos comentó que es un lugar al que suelen ir las familias locales a pasar el día y que las vistas de allí eran increíbles. Así que nada más que hablar.

Nos reservó un taxi porque el acceso de otra manera es complicado. Aprovechando la ubicación del cerro, acordamos que después nos acercaría a la playa de El Garrapatero y volvería a recogernos.

Las vistas desde el cerro, a 390 metros de altura, son prácticamente de 360º. Al ser un lugar poco conocido, no había un alma por allí y esto siempre es de agradecer.

Después de disfrutar de las panorámicas, fuimos al mirador del Gran Cráter, el hundimiento más grande de Santa Cruz. Se puede descender al interior si lo deseas.

Además, hay rutas ciclistas en los alrededores. Si tienes pensado recorrerlas, acuerda con una pickup que te acerque hasta allí.

Ubicación Cerro Mesa. Ubicación Gran Cráter.

Horario de visita de 7:00 a 18:00.

Después de la visita a Cerro Mesa, bajamos a la playa de El Garrapatero.

Desde la zona de aparcamiento se accede al camino que da a parar a la playa. Durante el recorrido, de unos 15 minutos, podrás observar abundante vegetación y lagartijas de lava entre otros.

En este tramo, al igual que en otras zonas de las islas, verás caídos los frutos de color verde del manzanillo. Son como pequeñas manzanas con una pinta realmente apetecible. Si bien el fruto de este árbol es un manjar para las tortugas gigantes, cabe recordar que para las personas es venenoso, hasta el punto de ser mortal.  Es aquí donde deja de parecer apetecible.

Terminado el camino, se llega a una caseta de madera donde hay que registrarse tanto a la entrada como a la salida. En este mismo lugar disponen de aseos y puedes alquilar kayaks si lo deseas.

Recuerda llevar abundante agua, no hay opción a comprar nada aquí.

En este arenal de kilómetro y medio de largo, además de practicar snorkel, podrás observar variedad de aves, entre ellas flamencos.

Vigila las mareas y oleajes, pueden ser fuertes y hay mucha roca “escondida”.

Abierta desde las 6:00 hasta las 17:00.

• Es importante que te acojas a las reglas de visita del Parque Nacional y Reserva Marina de Galápagos. No olvides que se trata de una zona especialmente protegida y que su supervivencia también depende de ti.
• Lleva agua y protección solar en todas tus salidas.
• En tu equipo de snorkel, no te olvides de los escarpines.