Tainan: un paseo por la antigua capital de Taiwán

Si, como en mi caso, las grandes ciudades suelen resultarte apabullantes y agotadoras, puede que Tainan sea más de tu estilo. A pesar de tener una población y unas dimensiones considerables, es un lugar agradable para visitar: calles anchas y poco abarrotadas, paseos entre canales, bonitos parques y templos a montones que no querrás perderte.

• Fue capital de Taiwán hasta 1887 y es la ciudad más antigua del país.
• Más de 1.800.000 personas viven en ella.
• Se dice que cuenta con más de 500 templos budistas y taoístas.

Era mi última parada del viaje a Taiwán antes de regresar a la capital para volver a casa. Para ser sincera, fui sin mucho convencimiento; la imaginaba gris y aburrida, supongo que las comparaciones con la cosmopolita Taipéi son odiosas.

Como suele ocurrir en estos casos, acabé arrepintiéndome de no haber pasado un día más allí; Tainan merece una visita, por lo menos de un día completo.

Es una de esas ciudades que ha conseguido mantener la esencia de lo viejo e incorporar nuevos conceptos urbanísticos: construcciones históricas, edificios a la última, templos taoístas, callejuelas y radiales comparten el espacio. Sus anchas avenidas y jardines hacen que apetezca recorrerla a  pie y, como los edificios no son especialmente altos, no se siente esa asfixia que a veces provocan las grandes ciudades.

Una de las muchas atracciones que puedes visitar es el Tainan Park (antes conocido como Zhongshan Park y, para algunas personas, el Central Park de Tainan). Es uno de los parques más antiguos y está ubicado en el centro de la ciudad. Como es habitual en las áreas de esparcimiento de muchas localidades asiáticas, se llena de vida desde primera hora de la mañana: personas mayores que van a caminar, a clases dirigidas de baile, a jugar a las damas o a pescar en el lago. Parar en estos lugares a ver la vida pasar, siempre es un buen plan.

Sin duda, lo que más fotos acapara en este lugar es el pabellón con el puente de piedra: con un poco de suerte, quizá puedas verlo reflejado en lago repleto de nenúfares.

Continué hacia el mar aprovechando para callejear un poco. El camino es una mezcla de templos, centros comerciales, zonas hipsters con riesgo inminente de gentrificación y callejuelas que sobreviven a las políticas de reordenación urbana.

El resto del día lo pasé bordeando el canal para terminar en el distrito de Anping, donde, además de visitar algún que otro templo, puedes cenar algo en alguno de sus puestos de comida.

Me quedó mucho por ver de Tainan, por eso te recomiendo que le dediques al menos una jornada completa. Creo que con eso bastaría ya que las distancias en el centro no son muy grandes y casi todo queda a una pequeña caminata.

• La llegada del metro a la ciudad está prevista para 2019.
• Tainan tiene una agenda de celebraciones religiosas muy apretada, mira bien las fechas antes de ir (para evitarlo o para no perdértelo, ¡lo que prefieras!)